Noticias como la de las chicas de Cleveland
me dejan, por decirlo de alguna manera, entre el cabreo y el estupor, pasando por
la incredulidad.
¿Cómo puede pasar algo así en este siglo y en una sociedad supuestamente civilizada? Ves historias como esta en una peli de "bajo
presupuesto", y no te crees nada, pero ahí están... la realidad, aunque increíble, supera la ficción...
Y no faltarán tontadas que diluirán el
verdadero quid de la cuestión: que alguien es retenido/a contra su voluntad.
Lo de menos es si en su momento fue su
decisión, mediante engaños, regalos, o cual sea el medio... (es que a mí me cuesta
creer que una chavala de 15/18 años se "enamore" de un cuarentón
baboso -más por baboso que por cuarentón, que no es la edad lo que le hace
baboso-)
o que se "adapte" a esa situación
por una cuestión "simple" de supervivencia, por la esperanza de recuperar
la libertad, o cual sea el motivo... (quien se calce esos zapatos que juzgue el
camino que han soportado),
que si los vecinos vieron dejaron de ver...,
que si Síndrome de Estocolmo..., que si...
PUÑETAS!
Lo único que debería importarnos, lo único, es
que a una persona se le ha apartado de su vida, su familia, que ha sido
sometido/a, que ha sido privado del único don que tod@s tenemos al nacer: la capacidad de razonar y por tanto de elegir...,
y esto no tiene ni justificación ni perdón, en ningún caso, pero si añadimos que sea un/a
niño/a o adolescente, y si se suma el abuso sexual, no se me ocurre nada más proporcional
y menos vengativo como la ley del Talión:
¡Así los dioses permitan que se detenga a los
responsables y que se pasen al menos 30 años (10 por cada chica), recogiendo
las pastillas de jabón en la duchas de la peor cárcel del mundo mundial!
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